25 de febrero de 2012

Caperucita Roja, ¿a quién tienes miedo? (Sarah Bakely-Cartwright)



Título:
Caperucita roja, ¿a quién tienes miedo?

Autor: Sarah Blakley-Cartwright
Número de páginas: 352 
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Alfaguara
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2011



En una época en que las aldeas son tan pequeñas que todo el mundo se conoce, Valerie intenta abrirse camino en la vida sin ser precisamente una buena chica . Cuando el hombre lobo la elige, debe tomar una decisión imposible pero no tiene a quién recurrir. Su padre está borracho en el pueblo, su madre desea controlarla y las demás chicas se apresuran a acusarla de brujería. En esta nueva, peligrosa y absorbente versión del cuento clásico, quizás resulte complicado dar con un final feliz…


Opinión
A pesar de haber leído malas críticas del libro, he de decir que me ha gustado bastante. Soy de esas que no les gusta los remakes o cosas parecidas, pero esta versión moderna de La Caperucita Roja me ha dejado muy buen sabor de boca. Además de que no puedo decir que no a una versión gótica, oscura y similar.

Aunque la verdad es que de ese cuento que nos contaban de pequeñas no tiene mucho que ver con este libro. A parte de lo obvio, el lobo y la capa roja. Es como leer el cuento con Caperucita adolescente y enamorada.

Muchos dicen que tiene un gran parecido con Crepúsculo, para mí no. Se ha puesto de moda comparar todo con esa saga (pero bueno, eso es otra historia). El único parecido es que la directora de la primera película ha dirigido esta versión cinematográfica.

El libro mantiene el misterio hasta la última página. En estas páginas encontramos hasta su lado romántico, ese lado que tanto nos gusta algunas. Es un libro cargado de misterio, acción y amor. Y, si te quedas con más ganas, puedes disfrutar (como ya he nombrado antes) de la película protagonizada por Amanda Syfried.

Frases
-¿Abandonarías tu hogar? ¿A tu familia? ¿Toda tu vida?
-Creo que sí lo haría. Cualquier cosa con tal de estar contigo.
-¿Cualquier cosa?
-Sí.

19 de febrero de 2012

Aquella mirada en aquel bar.

Queridos lectores, siento muchísimo estar tan desaparecida... mi cabeza va a explotar!! Prometo devolveros todos TODOS los comentarios en cuanto tenga un ratito. No me olvido de vosotros, siempre me paso para ver si hay nuevos comentarios!! Por cierto, estoy pensando en hacer una nueva sección, Reseñas, donde pondré los libros que me voy leyendo con mi opinión y demás porque he visto que a la mayoría de vosotr@s os gusta la lectura, y por qué no? Así os doy nuevas ideas para libros que leer! 
Dicho esto, os dejo un relato que escribí hace poquito y que espero que os guste tanto como a mí me gustó escribirlo! Besos enormes lagrimas, sois increíbles! <3
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Recuerda ese amor de verano como si hubiera pasado el día anterior. La manera en como la miraba la primera vez que se encontraron en aquel bar provocaba que ella se sonrojase y le entrase la curiosidad de saber quién era aquel guapo chico de ojos miel que la observaba. Pero no tuvo ese valor, la timidez la ganó. Aunque él no perdió el tiempo, se acercó a ella aunque sus amigas estuvieran en esa misma mesa y empezó a presentarse. Ethan, estaba en ese pueblo de vacaciones de verano. Ella, Ruth, aceptó una primera cita aquella misma noche, pese a que la vergüenza la consumía tanto por dentro como por fuera.

Esa misma noche y en ese mismo bar, se volvieron a encontrar. Esta vez en la completa intimidad, sin las amigas de ella. Ethan era un chico alocado, lleno de vida, con ganas de comerse el mundo. Igual que Ruth, aunque no lo pareciese. Conectaron aquella noche, como si fueran dos piezas encajadas a la perfección. Por fin se habían encontrado.

El bar cerró después de unas horas, pero ellos no querían terminar la noche. Ethan le invitó a su pequeña cabaña que tenía al lado de la casa donde pasaba las vacaciones con sus padres. Pasaron la noche compartiendo secretos, intimidades, conociéndose el uno al otro sin parar, divertidos, risas, bromas. Y a pesar de no haber dormido, deseaban seguir juntos. Observaron la madrugada, como finalizaba la noche dando la bienvenida al día. Y aquella perfecta cita, terminó con un largo beso en los labios, un beso sincero y apasionado.

9 de febrero de 2012

Grita, salta, corre, canta... pero siempre sonríe.


Te habrás despertado teniendo uno de esos asquerosos sueños en los que revives fantasmas del pasado, y estarás echa una furia, a la vez que destrozada. Sabes que no debes ponerte así, y debes de tener una sonrisa enorme por haber terminado con todo eso.

Tú eres fuerte, muy fuerte. Si tienes que llorar, ¡llora! Llora hasta desgastar tus lagrimas, desahógate, pega a la almohada, destroza y rompe objetos. Haz lo que quieras, pero saca toda tu rabia acumulada.

Nada puede contigo, conseguiste superar algo que creías que era imposible. Todo comienzo tiene un final, y este no iba a ser para menos. Y ahora te das cuenta de la cantidad de estupideces que llegaste hacer por no querer aceptarlo.
Es una experiencia de miles que vas a tener que experimentar a lo largo de tu vida. Pero puedes seguir viviendo, respirando, disfrutando de una vida que no supiste apreciar.

Piensa en todas las cosas maravillosas que has vivido desde entonces: conociste a gente nueva que se han convertido en personas importantes en tu día a día, te diste cuenta de quien merecía tenerte y quien no, sonríes sin necesidad de tener un motivo, no dependes de nadie, tienes una libertad que muchos desearían tener. Ahora, puedes decidir qué hacer con tu vida, cuando, como y con quien, sin importar el que dirán.

Te mereces ser feliz y vivir la vida. Disfrutar, gritar, saltar, correr, cantar. Tendrás momentos en los que te faltará el aliento, en los que te dolerá la cara de tanto sonreír, llorar de la risa, sentir lo que es la alegría y ese estado de éxtasis que tanto añorabas.

La vida te ha dado una nueva oportunidad para volver a ser feliz. No la desaproveches, porque entonces será el error más grande que habrás cometido. Solo necesitas a una persona para seguir adelante, y esa persona eres tú misma.

Cuando te sientas sola, cuando pienses que todo está perdido, mira el cuaderno que tienes a tu derecha. Y observa a la chica castaña que tienes al lado, sonriendo. Se feliz por tenerla en tu vida. Una amiga tan importante, esa amiga que destaca de todas las demás, no todos pueden presumir de tener una amistad así. La primera que ha estado ahí, que te ha escuchado, te ha abrazado cuando más lo necesitabas, te ha hecho reír incluso cuando te ahogabas en lagrimas. Simplemente, ella. ¿No tienes un motivo para ser feliz? Yo creo que sí, y uno muy grande.


Sonríe por todo lo que te rodea. Una familia, una mascota, un techo donde vivir, amigas y amigos, tú misma. Y aunque haya cosas que reparar, debes de sentirte orgullosa del corazón tan grande que tienes. Eres simpática, alegre, te encanta hacer reír a los demás, sabes escuchar, sabes aconsejar, sincera. Pocas personas así quedan, puedes sentirte orgullosa.

3 de febrero de 2012

Simplemente... eres tú


Recuerdo la primera vez que te vi. Tenías 20 años y yo 21. Estabas tan guapa con ese vestido turquesa, bailabas como una princesa al lado de tus amigas. Destacabas entre toda la gente que tenías alrededor, aunque mis amigos decía que exageraba. Pero yo sabía que no, que tenías algo que las demás no. Me acerqué, aunque no te notaba muy receptiva. Pero no me quería rendir, me negaba. Que tímida eras, y a veces cuando te miro a los ojos aún veo a esa chica de 20 años que me enamoró. Al final conseguí tu número de teléfono, no sabes lo que me llegó a costar convencerte para vernos. Pero no tenía pensado rendirme hasta comprobar por mí mismo que no éramos compatibles. Y no estaba equivocado, conectamos al momento. Han pasado 6 años desde entonces. No me arrepiento de ningún momento a tu lado. Ambos hemos crecido como personas, hemos aprendido cosas el uno del otro, nos hemos convertido en un solo ser. Eres perfecta, aunque no lo niego, algún que otro defectillo tienes... como tener libretas por todos lados. Pero lo encuentro algo gracioso, a lo largo de estos años me he acostumbrado e incluso lo echaría de menos si decidieses cambiar. Es algo que te hace ser como tú eres. Y tienes tantas cosas buenas... me encanta como eres con los niños. Con mis sobrinos pequeños eres increíble, te adoran, creo que incluso te prefieren antes a ti que a mí. Y mira que yo he sido siempre el tío favorito. Es lo que te digo, tienes algo que los demás no. Y eso te hace ser mi pequeña... alguien con quien he compartido mis días desde hace años, alguien a quien siento que lleva toda mi vida conmigo, alguien a quien no quiero soltar. Cada día que pasa me haces la persona más feliz de este mundo, me haces sentir que todo en esta vida es posible. Y quiero tener esta sensación el resto de mis días. Así que, si me lo permites, te haré la persona más especial hasta que la muerte me obligue a alejarme de ti. 
¿Quieres casarte conmigo?