19 de febrero de 2012

Aquella mirada en aquel bar.

Queridos lectores, siento muchísimo estar tan desaparecida... mi cabeza va a explotar!! Prometo devolveros todos TODOS los comentarios en cuanto tenga un ratito. No me olvido de vosotros, siempre me paso para ver si hay nuevos comentarios!! Por cierto, estoy pensando en hacer una nueva sección, Reseñas, donde pondré los libros que me voy leyendo con mi opinión y demás porque he visto que a la mayoría de vosotr@s os gusta la lectura, y por qué no? Así os doy nuevas ideas para libros que leer! 
Dicho esto, os dejo un relato que escribí hace poquito y que espero que os guste tanto como a mí me gustó escribirlo! Besos enormes lagrimas, sois increíbles! <3
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Recuerda ese amor de verano como si hubiera pasado el día anterior. La manera en como la miraba la primera vez que se encontraron en aquel bar provocaba que ella se sonrojase y le entrase la curiosidad de saber quién era aquel guapo chico de ojos miel que la observaba. Pero no tuvo ese valor, la timidez la ganó. Aunque él no perdió el tiempo, se acercó a ella aunque sus amigas estuvieran en esa misma mesa y empezó a presentarse. Ethan, estaba en ese pueblo de vacaciones de verano. Ella, Ruth, aceptó una primera cita aquella misma noche, pese a que la vergüenza la consumía tanto por dentro como por fuera.

Esa misma noche y en ese mismo bar, se volvieron a encontrar. Esta vez en la completa intimidad, sin las amigas de ella. Ethan era un chico alocado, lleno de vida, con ganas de comerse el mundo. Igual que Ruth, aunque no lo pareciese. Conectaron aquella noche, como si fueran dos piezas encajadas a la perfección. Por fin se habían encontrado.

El bar cerró después de unas horas, pero ellos no querían terminar la noche. Ethan le invitó a su pequeña cabaña que tenía al lado de la casa donde pasaba las vacaciones con sus padres. Pasaron la noche compartiendo secretos, intimidades, conociéndose el uno al otro sin parar, divertidos, risas, bromas. Y a pesar de no haber dormido, deseaban seguir juntos. Observaron la madrugada, como finalizaba la noche dando la bienvenida al día. Y aquella perfecta cita, terminó con un largo beso en los labios, un beso sincero y apasionado.