“Estás demasiado metida en tus asuntos como para ver lo que tienes alrededor. No dejes que sea tarde”
Lo que más me ha gustado de la novela es el viaje que hacemos con Lizzy. No solo por diferentes lugares, sino de sí misma. La transformación de la protagonista desde el inicio hasta el final del libro es brutal, pero dicho cambio será gracias a todos los obstáculos que ha encontrado hasta el final del viaje. Aun así, ha sido una pasada experimentar sus emociones a medida que avanzaba.
Lo que menos me ha gustado ha sido el final. Sí, soy experta en odiar los finales (qué le voy hacer). Me habría gustado más información, saber que ha sido de ellos en un período de tiempo más lejano. Es como si se quedara todo abierto y tuviéramos que imaginar qué pasará, pero… ¡mi mente necesita respuestas!
“Lizzy se lo agradeció con un gesto. Aquella gente estaba poniendo su futuro en peligro por ella. Y no la conocían de nada. Mientras que los que habían conformado su vida durante todos esos años no habían tardado en arrojarla a los pies de los caballos, como a un clínex usado”
Es la primera vez que leo a J. de la Rosa, conocido por el libro «Gigoló», premio Titania, el cual está en mi estantería a la espera de ser leído. Sinceramente, me daba cierto apuro leer a este autor, pero me alegro de haberme animado con esta novela. He descubierto la pluma de un magnífico escritor.
Los capítulos están narrados en segunda y tercera persona, aunque la protagonista absoluta es Lizzy (también habrá otro punto de vista, el de John, en alguna ocasión). Además, se alternan de pasado a presente para conocer el motivo por el cual Lizzy está huyendo de la policía.
Esta novela era justo lo que necesitaba para salir de un parón lector. Fresca, divertida e innovadora. Todo un acierto para cualquier persona que le encante la novela romántica mezclada con road trip.
“Eran grises. Los ojos de Lizzy. No verdosos. John se descubrió perdido allí dentro, en un lugar donde había tormentas y huracanes. Era una sensación extraña que le atraía tanto como le disgustaba. Empezaba a preguntarse qué hacía allí, por qué iba detrás de aquella mujer, por qué empezaba a comportarse como un estúpido”
En cuanto a los personajes, solo puedo mencionar a Lizzy. Los primeros capítulos de la novela son una locura, pues Lizzy está huyendo de la policía sin conocer el motivo. Está en busca y captura, pero ella quiere huir de ellos. En un pequeño trance, se encontrará con John; un chico de melena rubia y con un escaso sentido del humor, según Lizzy (aunque he de admitir que yo me reí mucho con él).
Aparecerán otros personajes, cada cual con sus rarezas y vivencias. Pero cada uno es necesario para enseñarle a Lizzy cual es el camino correcto. Y, de Lizzy, ellos también aprenderán. Es un viaje maravilloso para encontrarse a uno mismo, en compañía de personas con las que jamás creías que conectarías.
“Lizzy tuvo ganas de llorar. Sentía cómo le temblaban las rodillas, pero tenía que ser fuerte. Fuerte. A pesar de que aquella era la primera vez en muchos meses, quizás en toda su vida, que alguien hacía algo desinteresado por ella”
No soy Lizzy Bennet es una historia original, divertida y fresca. Un road trip que nos sumergirá en la historia de Lizzy, una protagonista de lo más peculiar que conocerá a personas muy diferentes a ella. Un viaje lleno de emociones, sentimientos y deseo por encontrar el camino correcto.