“Estoy enfadado con esa parte de la humanidad que se cree superior a la otra y que pretende mantener esa supuesta superioridad a base de golpes o insultos..”
Lo que más me ha gustado de la novela es Cat. Aunque, mejor dicho, lo que me ha hecho sentir Cat. Como si fuéramos gemelas. Todo lo que Cat ha pasado, yo también lo he vivido. Cat es insegura, reservada y un poco borde debido a su pasado; como lo era yo. Ambas hemos experimentado lo mismo, y me daba la sensación de que estaba leyendo mi historia. Era una pasada, incluso bromeé con la autora si ya nos conocíamos de antes y había escrito parte de mi pasado.
Lo que menos me ha gustado es… ¿nada? Creo que no le pondría ninguna pega al libro. Quizá que tiene segunda parte con Mario, y es un personaje que no me ha caído nada bien. Pero, oye, si la pública… yo la leeré, porque quiero saber como le está yendo a Cat.
“Cinco días después, Cat seguía levantándose por las mañanas recordando aquella voz ronca y sensual que había acariciado los poros de su piel, despertando en ella sensaciones que debían seguir rodeadas de una indestructible capa de hielo”
Primera vez que leo a la autora, Judith Galán, y ya estoy deseando conocer más historias de ella. Tenía un poco de miedo que un libro con tanto drama estuviera escrito en tercera persona, pero Judith escribe tan bonito que ni siquiera fui consciente del pronombre personal.
En pocas ocasiones me ocurre, pero diría que la autora tiene su propia esencia; como si su pluma tuviera su propia marca personal. De verdad, es un libro que me ha gustado muchísimo. De ahí que haya ganado sus 5 estrellas y se haya convertido de mis mejores lecturas del año (y de la vida en general).
Judith trata temas muy duros; como la pérdida de un ser querido, el bullying, las amistades tóxicas, entre otros. Habla con mucha delicadeza sobre ellos, dando una valiosa lección a sus lectores de lo importante que es rodearte de esas personas que te suman, y no que te restan.
Lo que más me llamó la atención de esta novela era que estuviera ambientada en la década de los 90. Y ha sido como volver a la infancia. Que si el walkman, que si coger el teléfono (¡por qué los móviles todavía no estaban inventados!), que si mensajes de texto, que si escribir cartas con tu propio puño y letra… ¡Nada de tecnología! Y, además, Cat es amante del heavy metal (del de antes) y me ha hecho conectar muchísimo más con ella.
“Siempre he pensado que no existen los imposibles, sino obstáculos que debes sortear para hacerlos posibles”
En cuanto a los personajes, Cat es la protagonista indudable de la historia. Una chica solitaria, que siempre va acompañada de sus innumerables pulseras. Una chica que va a donar sangre siempre que puede, alguien que se preocupa por su hermano, una buena vecina y amiga; pero también es una chica atormentada por su pasado, que picará a su puerta cuando menos lo espera. Y los recuerdos volverán; acompañados de dolor, de soledad y de lágrimas.
Álex es el hombre que estará dispuesto a cualquier cosa con tal de salvar a Cat; a pesar de sus constantes rechazos y malas palabras. Álex es amigo de sus amigos; un buen hijo, hermano y tío; alguien que, sin duda, todos necesitamos en nuestras vidas.
También aparecerán otros personajes; como el padre y hermano de Cat, el mejor amigo de Cat, la panadera, los mejores amigos de Álex; incluso una ex novia de Álex que le hizo la vida imposible. Aparecen diversos personajes pero, sin duda, no se hace nada pesado.
“No eres una lunática obsesionada con donar sangre, sino una heroína anónima que salva vidas”
Cero negativo es un libro ambientado en la década de los 90, que trata temas muy duros; como la pérdida y el bullying. Una historia que explica la cruda realidad: que, a pesar de los años, los fantasmas del pasado pueden estar más presentes que nunca. Una novela sobre superación, donde los sentimientos y las emociones nos dejan a flor de piel. Pero el amor verdadero, el de la familia y amigos, siempre está dispuesto a ofrecerte una mano para no caer.