Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Autopublicado
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2020
He perdido la
cuenta de cuántos libros he leído de Abril Camino, pero siento que no hace más
que mejorar en su forma de escribir. Sabe conectar directamente con el lector,
crear unos personajes que te marcan y describe unos sentimientos que ni
siquiera creías conocer.
“Sus ojos
se llenaron de lágrimas y los míos también. Y no quisimos posponer más el
adiós. Después de un millón de palabras…, estaba todo dicho”
Escribir un
resumen de “La vida después de ella” es imposible. Sería desvelar la historia,
el camino y el calor de la chimenea de esa cabaña. Abril Camino ha salido de su
zona de confort y se ha adentrado en el género de la ficción narrativa. La
autora nos tiene acostumbrados a sus historias de amor, pero, en esta ocasión,
ha decidido arriesgarse y el resultado ha sido magnífico.
Esta historia
cuenta con 246 páginas y sucede en solo cuatro días. Los personajes se
encuentran en una cabaña, aislados del mundo; por lo que todo sucede entre esas
cuatro paredes. Pero, incluso así, la autora ha creado una historia increíble y
me ha transportado a ese lugar con Elisa y David. Me he sentido como si fuera
un tercer personaje, sentada en un sillón con una taza entre las manos,
mientras me resguardaba del frío con el calor de la chimenea.
“Me había
librado de la pesada carga del odio, que es un parásito que nos destruye desde
dentro y que, en realidad, al odiado ni lo roza”
No quiero
hablar mucho sobre los personajes, pues sería desvelar demasiado. Este libro
trata de abrirlo con los ojos cerrados, sin apenas conocer el contenido de la
trama. Es necesario. Es obligatorio. Es un libro que me duró menos de 24 horas
(¡qué digo 24!, ¡menos de 12!). Era imposible parar de leer. Necesitaba saber
más; pues, aunque solo se desarrolle dentro de una cabaña, hay unos giros
inesperados que te obligan a continuar con el siguiente capítulo.
Elisa y David
tienen un pasado en común. Elisa le conoció cuando apenas era un adolescente,
amigo de su hija. Pero el pasado que arrastran los ha llevado a un presente
lleno de dolor. Elisa odia a David, pero David todavía la quiere. Son familia,
por mucho que digan lo contrario. Y en esos cuatro días deberán hablarán del
amor verdadero, del desamor, de las rupturas, de la vida, de los sueños. Habrá
reproches, mucho dolor y pensamientos que jamás deberían haber sido dichos en
voz alta. Pero también aparecerá una pequeña luz que los llevará a recuerdos
más bonitos.
“Todos,
antes o después, acabamos anteponiendo nuestra propia felicidad a la de las
personas que más queremos”
Los diálogos
entre los personajes serán determinantes para llamar nuestra atención. Y, os
aseguro, que lo hacen. Cada diálogo esconde un relato que desconocían. En
muchas ocasiones, el odio será el protagonista de dichos diálogos; los cuales
nos romperán el corazón. Pero, el mensaje de Abril es claro: no debemos
dejarnos llevar por el odio. No debemos permitir que controle nuestras
emociones o sentimientos, pues estaremos tan ciegos que no seremos consciente
de que hay algo más. Es muy fácil entrar en él, pero difícil de salir.
La narración,
como no, es sublime. La pluma de la autora se caracteriza por ser única. No
tengo nada negativo que decir de su forma de escribir, pues es preciosa. La
historia es muy fácil de leer, ágil y es capaz de hacerte empatizar con los
personajes; aunque tu cabeza se negase a hacerlo.
Y, por
supuesto, que la novela esté narrada por ambos personajes es todo un acierto.
Cada uno explica su verdad, sus sensaciones y sus sentimientos. La decisión de amarlos
u odiarles será solo nuestra; pues ellos se han abierto en canal a nosotros.
“Esto no
lo vas a superar nunca. No lo vamos a superar nunca. Lo que tenemos que hacer
es aprender a vivir con ello”
La vida
después de ella es
una de esas historias que se quedan tatuadas en la piel. La trama se desarrolla
entre cuatro paredes, las de una cabaña, rodeados de nieve y de nostalgia. Los
ingredientes para que los recuerdos fluyan entre los protagonistas serán el
reproche y el dolor, quienes vivirán cuatro días intentando encontrar la paz y
el perdón en sus corazones.