Autor: Andrea Longarela
Número de páginas: 272
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Crossbooks
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2019
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Crossbooks
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2019
¿Alguna vez has soñado con desaparecer? Adam, sí. No deja de hacerlo. Cuando se levanta, cuando se acuesta, cuando respira. Cada segundo de su existencia en el que se da cuenta de que Ella ya no está. ¿Alguna vez has vivido como si todo fuera un sueño? April, sí. No deja de hacerlo. Cuando hornea galletas para el grupo de terapia del señor Campbell, cuando observa a su hermano Otto crear música con una simple lata, cuando ve a Adam por primera vez. ¿Pueden tener algo en común un chico que solo vive entre sueños y una chica que solo sueña despierta? ¿Y una chica que cree tener el don de romper el corazón a los demás y un chico que lo tiene de piedra? Quizá aún haya esperanza para ellos; quizá, juntos, sean capaces de matar monstruos de la mano y de conseguir que los planetas dejen de girar.
Muchísimas gracias a Crossbooks por el envío del
ejemplar. Tenía muchas ganas de conocer la historia de Adam y April, pues han
sido varias personas que me la han recomendado. Una historia que, sin duda,
merece ser leída por cualquier persona para valorar los pequeños detalles de
nuestro día a día.
“Adam, aférrate a tu pasado si quieres, es tuyo y siempre
formará parte de ti, pero recuerda que el mundo es un lugar demasiado grande
como para estar tan solo”
Ha pasado un año desde que Adam perdió a la persona más
importante de su vida. Sus días pasan sin encontrar un motivo para continuar
hacia adelante, hasta que su madre decidió ponerle fin cuando él quiso hacer lo
mismo con su vida.
Adam quiere dejar de decepcionar a su madre, por lo que
aceptará a asistir a una terapia grupal durante una vez a la semana. Allí será
donde conocerá a April, una chica risueña que siempre mantiene una sonrisa en
los labios.
April y Adam mantendrá una especial amistad, donde April
tratará de ayudar a Adam para salir del mal bache. Pero, detrás de esa sonrisa
angelical, se esconde un secreto que Adam desconoce.
“Pasearon en silencio, acompañándose mutuamente,
entendiéndose de un modo que nadie más en todo el planeta comprendería, porque
solo podrían hacerlo los que saben lo que es estar disperso y solo en un
universo lleno de vida”
Lo que más destaco de la novela es la originalidad con la
que el narrador explica los sucesos. Parece que se trate de un cuento, porque
cada palabra esconde un significado especial. Se nota que la autora lo ha
escrito con muchísima ternura.
Lo que menos destaco es el final. Soy consciente de que a
los escritores nos encanta que nuestros personajes tengan una un final feliz
pero, en ocasiones, soy consciente de que no siempre debería ser así. Y eso es
justo lo que me ha pasado con este libro, creo que el final no era el momento (no
puedo ser más específica, porque no quiero dar spoilers).
“Él se quedaría, porque había cosas dentro de Adam Clayton
que luchaban con fuerza para salir. Le gustó atisbar a un luchador que había
tirado la toalla demasiado pronto, pero que andaba por algún lugar perdido,
esperando que alguien lo hiciera regresar”
Es la primera vez que leo a Neïra y, a pesar de que he
encontrado la historia bastante predecible, no puedo más que felicitarla por el
cuidado que ha tenido para escribir una historia tan bonita.
La autora tiene una capacidad increíble para expresar los
pensamientos de todos los personajes (no solo los principales). Te trasladas a
la piel de cada persona, y es una sensación que pocas veces encuentro en un
libro. Sin duda, Neïra ha hecho un gran trabajo con este libro.
Su pluma es sencilla, pero también algo rebuscada. Algunas
escenas se desarrollaban en un bucle del que no conseguía salir, por lo que las
explicaciones se extendían demasiado y terminaba siendo pesado. Es decir que,
para explicar un sentimiento, lo desarrollaba de una manera que daba la
sensación de que se repetía lo mismo una y otra vez.
“Le pasaba eso continuamente, el verse en la casilla de
salida, con los pies pegados al asfalto, cuando el mundo ya había llegado a la
meta. Y daba igual, por mucho que quisiera dar un paso, le resultaba imposible”
En cuanto a los personajes, April es la chica más positiva,
alegre y risueña del mundo. O, al menos, así quiere que el narrador lo veas. Al
principio me parecía un encanto de chica, pero mi opinión de ella iba cambiando
a medida que avanzaba la historia, y he encontrado a una persona con unas
intenciones que no esperaba. Su historia me ha parecido muy predecible desde el
principio, porque los indicios eran obvios (aunque admito que, con las personas
que he compartido opinión, decían que no lo esperaban).
Adam es un chico con el corazón roto. Sus días no tienen
ningún sentido, y lo único que quiere es que la vida pase lo más rápido posible
para poner fin a su dolor. Me ha gustado mucho conocer su historia, tan
trágica, que te obliga a replantearte que cualquier día podría significar que
tu vida dará un rumbo muy drástico. Pero también me ha encantado ver el
desarrollo que ha tenido su personaje, de forma que vemos un cambio notorio en
su estado de ánimo.
También conoceremos a las madres de Adam y April, dos
mujeres que están desesperadas a su manera. La madre de Adam busca la felicidad
de su hijo; mientras que, la madre de April, busca encontrar la manera de salir
de la depresión en la que está sumida.
“Adam no podía entender cómo la vida podía resultar tan
fácil para alguien cuando vivir era lo más complicado a lo que él se había
tenido que enfrentar”
April, Adam y la trayectoria de los planetas es una preciosa
historia, donde dos personas se han encontrado con el propósito de sanar las
heridas del otro. Una novela de superación, dolor y muchísimo drama que nos
obligará a cambiar el modo en que vemos nuestras vidas.