7 de septiembre de 2018

El día que se perdió el amor (Javier Castillo)


Título: El día que se perdió la cordura
Autor: Javier Castillo
Número de páginas: 456
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Suma de Letras
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2018

A las doce de la mañana del 14 de diciembre, una joven llena de magulladuras se presenta desnuda en las instalaciones del FBI de Nueva York con varias notas amarillentas en la mano. El inspector Bowring, jefe de la Unidad de Criminología, intentará descubrir qué oculta la joven y su conexión con otro caso, el de una mujer que aparece decapitada horas más tarde y cuyo nombre coincide con el que estaba escrito en una de las notas. A medida que avance en la investigación se dará cuenta de que este caso abre antiguas heridas difíciles de cicatrizar.


¡Atención! Contiene spoilers de la primera parte, El día que se perdió la cordura.


Muchísimas gracias a la editorial Suma de Letras por el envío de los ejemplares. Me han hablado muy bien de ambos libros, que necesitaba comprobarlo por mí misma. Y, la verdad, me alegro de haber hecho caso a las personas que me dijeron que lo leyese.
“Lo ha dicho en un susurro melódico y perfecto, como el que he anhelado durante toda mi vida, pero a la vez odioso, irascible y afilado como la espada de Damocles. No por lo que me dice, sino por lo que significa: una despedida”
La trama ocurre un año después de los sucesos en El día que se perdió la cordura, Jacob y Amanda están recuperando el tiempo perdido del amor que les arrebataron años atrás. Por otro lado, Steven cumple condena por los asesinatos cometidos durante 17 años.

Todo parecía normal, hasta que un desconocido aparece en el piso de Amanda y Jacob. Y, de nuevo, una nota amarilla hará que sus vidas se vean desmoronadas de nuevo.
“Ella le había entregado su corazón con la primera caricia; él le dio su amor inquebrantable que duraría para siempre”
Debo decir que me ha gustado ver que Jacob y Amanda están juntos después de los sucesos en el primer libro, a pesar de que era obvio. Pero no les había visto juntos en escena, y me ha enternecido lo atento que es Jacob con Amanda.

A pesar de que me han mantenido con la intriga todo el tiempo, no me ha gustado tanto como la primera entrega. Este libro ha seguido la misma pauta que el primero, por lo que sus páginas no me han impresionado tanto.

Aun así, si algo sigue muy presente en esta novela, es el amor familiar. En este caso, vemos a una Carla deseosa de conocer mundo, buscando una razón para salir de la prisión en la que está.
“La soledad no te alimenta, hija, la soledad se alimenta en ti. Crece con cada minuto que pasas con ella, se agarra a tus inseguridades, te hace ver cosas que no existen y, cuando te das cuenta y quieres escapar, ya te ha invadido para siempre”
Al igual que en el primer libro, los incisos de los diálogos han sido pobres. Bien es cierto que he notado una mejoría de la pluma del autor, pero continúo viendo los diálogos un poco vacíos.

Me encanta la facilidad que tiene el escritor de inventar pequeños relatos sobre el pasado de los protagonistas, relatos que han captado mi atención y no me importaría leer algún libro con esa trama (un ejemplo sería el asesino de las 13 plantas).
“Su corazón era curioso, impaciente, imaginativo y, estar dentro de aquella prisión de sentimientos, era lo peor que podía sucederle a un alma como la suya”
En cuanto a los personajes, Jacob ha continuado siendo mi personaje favorito (el famoso chico desconocido desnudo de la primera parte). En esta parte, me ha encantado ver como el amor que siente hacia Amanda no ha hecho más que crecer con el paso de los años. Estuvo 17 años en su búsqueda y estaría otros 17 con tal de volver a encontrarla.

Amanda apenas tiene protagonismo en esta historia, pero vemos como continua siendo una joven fuerte y valiente. Con quien nos volvemos a reencontrar es con Carla, su hermana pequeña que desapareció hace años, quien nos narrará varios capítulos sobre su paradero. He de admitir que, por desgracia, sus capítulos se me hicieron aburridos. Pero también lo comprendí, teniendo en cuenta que estaba encerrada en un sitio donde todo era una rutina.

El inspector Bowring será el encargado de resolver el crimen que le presenta Carla en su comisaria, donde estará obligado a revivir un caso sin resolver que le mantuvo en vilo durante meses. Deberá encontrar las respuestas necesarias para mantener la calma y, sobre todo, para lidiar con el pasado que le atormenta. En él encontraremos a un hombre malhumorado, quien no tiene reparo en descargar su ira con cualquiera.

Personajes que tuvieron importancia en el primero, como Steven, también volverán a la carga. A pesar de que al principio no estuve muy de acuerdo con su ideología (matar, matar y matar), poco a poco fue cambiando de mentalidad y será una pieza crucial para terminar con la secta que está asesinando a tantas mujeres.
“Todos huimos de algo. Algunos huyen del pasado, pero la mayoría intentamos huir de nuestro destino”
 Sin duda, este libro ha cerrado el capítulo el misterio de la desaparición de Carla. Y no puedo más que aplaudir al autor por ese final tan impactante, el cual no me esperaba para nada. Al principio me quedé sorprendida y en shock; hasta que conseguí encontrar las razones que indujeron a esa escena.

La bilogía de Cordura es un thriller romántico que te dejará sin palabras. A pesar de que este segundo libro ha resultado predecible y nada novedoso como el primero, es necesario para encontrarle explicaciones a sucesos que ocurrieron en la primera parte.
“Roeland levantó su mano y la puso sobre la de Carla, que sintió un relámpago que recorrió su brazo, su pecho, sus piernas y volvió en dirección contraria para detenerse en el fondo de su alma”
El día que se perdió el amor cierra la bilogía Cordura. En este título encontraremos respuestas que se quedaron abiertas en el anterior título e donde intentará poner punto y final al mayor crimen que tiene descolocado al FBI.