Título: El día que se perdió la cordura
Autor: Javier Castillo
Número de páginas: 456
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Suma de Letras
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2018
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Suma de Letras
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2018
A las doce de la mañana del 14 de diciembre, una joven llena de magulladuras se presenta desnuda en las instalaciones del FBI de Nueva York con varias notas amarillentas en la mano. El inspector Bowring, jefe de la Unidad de Criminología, intentará descubrir qué oculta la joven y su conexión con otro caso, el de una mujer que aparece decapitada horas más tarde y cuyo nombre coincide con el que estaba escrito en una de las notas. A medida que avance en la investigación se dará cuenta de que este caso abre antiguas heridas difíciles de cicatrizar.
Muchísimas gracias a la editorial Suma de Letras por el
envío de los ejemplares. Me han hablado muy bien de ambos libros, que
necesitaba comprobarlo por mí misma. Y, la verdad, me alegro de haber hecho
caso a las personas que me dijeron que lo leyese.
“Lo ha dicho en un
susurro melódico y perfecto, como el que he anhelado durante toda mi vida, pero
a la vez odioso, irascible y afilado como la espada de Damocles. No por lo que
me dice, sino por lo que significa: una despedida”
La trama ocurre un año después de los sucesos en El día que se perdió la cordura, Jacob y
Amanda están recuperando el tiempo perdido del amor que les arrebataron años
atrás. Por otro lado, Steven cumple condena por los asesinatos cometidos
durante 17 años.
Todo parecía normal, hasta que un desconocido aparece en el
piso de Amanda y Jacob. Y, de nuevo, una nota amarilla hará que sus vidas se
vean desmoronadas de nuevo.
“Ella le había
entregado su corazón con la primera caricia; él le dio su amor inquebrantable
que duraría para siempre”
Debo decir que me ha gustado ver que Jacob y Amanda están
juntos después de los sucesos en el primer libro, a pesar de que era obvio.
Pero no les había visto juntos en escena, y me ha enternecido lo atento que es
Jacob con Amanda.
A pesar de que me han mantenido con la intriga todo el
tiempo, no me ha gustado tanto como la primera entrega. Este libro ha seguido
la misma pauta que el primero, por lo que sus páginas no me han impresionado
tanto.
Aun así, si algo sigue muy presente en esta novela, es el
amor familiar. En este caso, vemos a una Carla deseosa de conocer mundo,
buscando una razón para salir de la prisión en la que está.
“La soledad no te
alimenta, hija, la soledad se alimenta en ti. Crece con cada minuto que pasas
con ella, se agarra a tus inseguridades, te hace ver cosas que no existen y,
cuando te das cuenta y quieres escapar, ya te ha invadido para siempre”
Al igual que en el primer libro, los incisos de los diálogos
han sido pobres. Bien es cierto que he notado una mejoría de la pluma del autor,
pero continúo viendo los diálogos un poco vacíos.
Me encanta la facilidad que tiene el escritor de inventar
pequeños relatos sobre el pasado de los protagonistas, relatos que han captado
mi atención y no me importaría leer algún libro con esa trama (un ejemplo sería
el asesino de las 13 plantas).
“Su corazón era
curioso, impaciente, imaginativo y, estar dentro de aquella prisión de
sentimientos, era lo peor que podía sucederle a un alma como la suya”
En cuanto a los personajes, Jacob ha continuado siendo mi
personaje favorito (el famoso chico
desconocido desnudo de la primera parte). En esta parte, me ha encantado
ver como el amor que siente hacia Amanda no ha hecho más que crecer con el paso
de los años. Estuvo 17 años en su búsqueda y estaría otros 17 con tal de volver
a encontrarla.
Amanda apenas tiene protagonismo en esta historia, pero
vemos como continua siendo una joven fuerte y valiente. Con quien nos volvemos
a reencontrar es con Carla, su hermana pequeña que desapareció hace años, quien
nos narrará varios capítulos sobre su paradero. He de admitir que, por
desgracia, sus capítulos se me hicieron aburridos. Pero también lo comprendí,
teniendo en cuenta que estaba encerrada en un sitio donde todo era una rutina.
El inspector Bowring será el encargado de resolver el crimen
que le presenta Carla en su comisaria, donde estará obligado a revivir un caso
sin resolver que le mantuvo en vilo durante meses. Deberá encontrar las
respuestas necesarias para mantener la calma y, sobre todo, para lidiar con el
pasado que le atormenta. En él encontraremos a un hombre malhumorado, quien no
tiene reparo en descargar su ira con cualquiera.
Personajes que tuvieron importancia en el primero, como
Steven, también volverán a la carga. A pesar de que al principio no estuve muy
de acuerdo con su ideología (matar, matar y matar), poco a poco fue cambiando
de mentalidad y será una pieza crucial para terminar con la secta que está
asesinando a tantas mujeres.
“Todos huimos de
algo. Algunos huyen del pasado, pero la mayoría intentamos huir de nuestro
destino”
Sin duda, este libro
ha cerrado el capítulo el misterio de la desaparición de Carla. Y no puedo más
que aplaudir al autor por ese final tan impactante, el cual no me esperaba para
nada. Al principio me quedé sorprendida y en shock; hasta que conseguí
encontrar las razones que indujeron a esa escena.
La bilogía de Cordura
es un thriller romántico que te dejará sin palabras. A pesar de que este
segundo libro ha resultado predecible y nada novedoso como el primero, es necesario
para encontrarle explicaciones a sucesos que ocurrieron en la primera parte.
“Roeland levantó su
mano y la puso sobre la de Carla, que sintió un relámpago que recorrió su
brazo, su pecho, sus piernas y volvió en dirección contraria para detenerse en
el fondo de su alma”
El día que se perdió
el amor cierra la bilogía Cordura.
En este título encontraremos respuestas que se quedaron abiertas en el anterior
título e donde intentará poner punto y final al mayor crimen que tiene
descolocado al FBI.