Querido abuelo,
hace más de 10 años que te fuiste de mi vida. Y aunque parezcaincreíble, sigues estando presente. Unos días me acuerdo más que otros. No recuerdo lo poco que llegué a conocerte, pero he llegado a sentir lo mucho que te quería y lo mal que lo llegué a pasar cuando no pude despedirme de ti.
La verdad es que me hubiera gustado poder compartir contigo momentos de mi vida, aunque ha habido instantes en los que creía que estabas a mi lado. O, quien sabe, quizá estás a mi lado en cada segundo guiándome como una estrella fugaz.
Ojala pudiera escribirte en esta carta todo lo que he experimentado a lo largo de todos estos años, aunque quizá no lo necesites porque ya lo habrás visto por ti mismo. Pero hay cosas que tienen más emoción si las explicas en primera persona.
Aunque estemos separados, sé que estamos unidos en la distancia y que pase lo que pase siempre estarás conmigo. Por eso, quiero que sepas, que siempre ocuparás un lugar en mi corazón. Nunca podré olvidarte, te echo de menos. Te quiero.