Título: Ojalá ésta fuera nuestra historia de amor
Autor: Andrea Longarela
Número de páginas: 352
Encuadernación: Bolsillo
Editorial: Esencia
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2019
Ficha
Ésta es la historia de un flechazo.
Y del amor de una vida. Y de un corazón hecho pedazos. Ésta es la historia de
un montón de ojalás por cumplir. Ésta es la historia del viaje de Lola hacia
aquello que no se ve, pero que está ahí. Hacia aquellas cosas que se buscan y
se encuentran en el peor momento de la vida. Hacia sus sueños. Ésta es la
historia de la sonrisa más bonita del mundo, de una nariz roja, de un tango en
la playa, de una habitación convertida en hogar y de una casa perdida bajo la
nieve. Ésta es una historia de amor… O quizá no.
«Buscaba en mi
cabeza modos de hacerla feliz, de conseguir que lo malo desapareciera, pero no
me daba cuenta de que eso no ocurría. Que nunca pasa. Sólo te acomodas.
Aprendes a sobrellevarlo. Te habitúas. Y acostumbrarse al dolor es bastante
jodido»
Antes de nada,
quiero agradecer a Planeta el envío del ejemplar. ¿Sabéis esos libros
que, por más que lo intentes, te das cuenta de que no son para ti? Bien. Pues,
por desgracia, es lo que me ha pasado con esta historia.
«Lo elegiría a
él una y mil veces con los ojos cerrados. Y pienso que ojalá ésta fuera nuestra
historia de amor. Pero no lo es»
El libro está
dividido en tres partes; narrados por Lola, Marcos y Tristán. Cada personaje es
distinto al otro, por lo que estaremos leyendo la misma historia con diferentes
puntos de vista. Me parece maravilloso ver cómo, entre personas que no tenían
nada que ver la una con la otra, nace un vínculo que quedará sellado por el fin
de los tiempos.
Aun así y,
aunque me duela admitirlo, no he conseguido conectar con Lola; el personaje más
relevante de la historia. Y eso ha provocado que el drama de la historia fuera
decayendo poco a poco, a pesar de que Marcos y Tristán me han parecido muy
tiernos (igual que Unai, aunque quizá con este ha sido menos).
«Nunca imaginé
que el amor fuese abrazar muy fuerte a la otra persona para intentar juntar sus
partes rotas. Rodearla con los brazos para agarrarla y evitar que caiga. Nunca
imaginé que amar fuese sostener el corazón del otro, mientras el tuyo, en
silencio, llora»
De todas
formas, la pluma de Andrea me parece única e inigualable. Al igual que me pasó
con April y Adam y la trayectoria de los planetas, explica su historia
con frases que te hacen reflexionar y esconden un significado importante para
los personajes.
¿Y los sentimientos? Es una pasada como
describe cada sensación, como si los llevases tatuados en la piel. Pero, aun
así, me ha ocurrido lo mismo que con ese libro: la historia ha sido muy
predecible (solo diré que, en los primeros capítulos, sabía lo que pasaría a
continuación y no me equivoqué).
La pluma de la
autora es sencilla, pero en ocasiones tiende a formar un bucle que no hace
amena la lectura. Las explicaciones se hacían muy largas y me daba la sensación
de que estaba leyendo lo mismo todo el tiempo.
«Siempre he
pensado que las personas somos actos, pequeños y grandes, pero sobre todo
pequeños, deslices, miradas, suspiros, detalles insignificantes que terminan
siendo grandes, como aquella primera vez que Unai me cogió la mano sin pensar y
yo le di algo más de mí sin saberlo»
Ojalá ésta fuera nuestra historia de amor habla sobre la amistad, el amor y las segundas oportunidades. Una historia que, para mí, ha sido predecible. Aun así, la recomendaría aquellas personas que quieran soñar y disfrutar de una novela romántica llena de drama.