9 de noviembre de 2018

Mi vida —no del todo— perfecta (Sophie Kinsella)

Título: Mi vida (no del todo) perfecta
Autor: Sophie Kinsella
Número de páginas: 394
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Lince
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2018

Katie Brenner, con 26 años, tiene una vida perfecta: un apartamento en Londres, un trabajo glamoroso y un canal de Instagram súper genial. Pero la verdad no es tan glamurosa, en realidad alquila una habitación que es diminuta sin espacio para un armario, tiene un trayecto diario con trasporte público eterno hasta llegar a su espantoso y humilde trabajo de administrativa en una empresa de comunicación, y la vida que comparte en Instagram no es realmente la suya… y espera que un día sus sueños se conviertan en realidad. Y todo puede empeorar. Su vida (no tan) per­fecta se vendrá abajo cuando su jefa vaya a por ella, la despida y Katie no tenga más re­medio que regresar al campo de donde pro­cede y poner en marcha un nuevo negocio, un glamping, un camping glamuroso. Pero no contaba con que una de sus primeras clientas será su exjefa ni con todas las incóg­nitas que esa visita va a detonar. Tal vez tienen más en común de lo que parece.  ¿Y qué pasa si al fin y al cabo ninguna de las dos tiene una vida perfecta?


Muchas gracias a la editorial Lince por el envío del ejemplar. Llevaba detrás de este libro, incluso desde antes de su lanzamiento, pues la sinopsis me parecía muy interesante. Nunca había leído nada sobre las apariencias en las redes sociales, y es un tema que me da muchísima curiosidad.

“La vida no siempre es tan perfecta como muestra nuestro muro de Instagram”

La novela gira en torno a Katie Brenner, una chica que aparenta ser alguien que no es a través de su real social: tiene un gran apartamento en Londres, un trabajo de ensueño y amigos en los que confiar. Pero, en realidad, vive en una pequeña habitación, es becaria desde hace años y no conoce a nadie fuera del trabajo.

Todo cambiará cuando su jefa la despida y se verá obligada a volver a la granja de su padre, donde —a ojos de éste— su hija se ha tomado un descanso para ir a visitarle. Él le cuenta los planes de negocio que tiene con su novia, y Katie les ayudará a seguir adelante con el plan.
Lo que Katie no esperaba es que, su ex jefa a la que odia con toda su alma, será una de las clientas que deberá atender en el nuevo negocio de la granja.
“Quiero una noche entera deliciosa e ininterrumpida con este hombre que me vuelve gelatina. Quiero que me toque. Y también quiero oír su voz. Quiero sus pensamientos y sus bromas… sus preocupaciones y su tristeza… sus teorías y sus reflexiones. Todas las partes secretas que no me había imaginado que existían”
Admito que esta novela me ha decepcionado un poco. De hecho, en el primer capítulo me costó horrores terminarlo. Katie contaba, con exactitud, el trayecto desde su mini habitación hasta la oficina. Hora y media de viaje, que se podría resumir en apenas unas líneas.

Cuenta con casi 400 páginas, que me ha resultado difícil finalizar. A mi modo de ver, encuentro mucho relleno y poca acción. Hay demasiadas descripciones que no hacían falta, si no que provocaban que la lectura se hiciese más lenta y pesada.
“Cada vez que veáis la cara alegre y radiante de alguien, recordad esto: también tiene su dura realidad. Claro que la tiene. Y cada vez que os enfrentéis a vuestras duras realidad y no desesperéis y penséis: «¿Mi vida es esto?», recordad: no, no lo es. Todo el mundo tiene una cara alegre y radiante, aunque a veces cueste encontrarla”
Era la primera vez que leía a Sophie Kinsella y, a pesar de las buenas críticas que he visto de este libro, no he conseguido conectar con su pluma ni con la trama.

Me ha sorprendido la denuncia pública que hace en cuanto a esas personas que se conforman con un trabajo mal pagado, lejos de su lugar de residencia y que apenas pueden disfrutar fuera del trabajo. Una realidad que, por desgracia, muchas personas están pasando hoy en día.

También explica cómo afectan las apariencias en las redes sociales. Una persona puede enseñar una vida en la que —supuestamente— es feliz, hace cosas extraordinarias e incluso participa en organizaciones que no le interesan lo más mínimo. Apariencias, sin más. La idea que tenía para esta novela es muy buena. Simplemente, para mí, no ha conseguido desarrollarla de una manera que fuese fluida y creíble.
“Demeter, ¡tienes que luchar! Cuando esperan que te des por vencida es justo cuando tienes que pisar el acelerador y doblar la velocidad”
En cuantos a los personajes, Katie Brenner es una chica de 26 años que cree saberlo todo en la  vida. Aparenta ser una persona que no es y, a pesar de ser infeliz, continúa siendo alguien que le corresponde. Su sed de venganza me ha parecido infantil, como tampoco entendía como era capaz de mentir a su propio padre. No he conseguido conectar con ella, ya que no empatizo con su modo de ver la vida.

Alex, el supuesto amor de la vida de Katie, es un personaje que apenas he conocido. Katie lo idealiza todo el tiempo. Por lo que, en las escasas escenas que aparece, no sabemos quién es en realidad. Me ha parecido un personaje muy plano y sin personalidad. Y, lo peor de todo, es que la autora quería crear un fondo detrás de él que no consigue enternecer.

El único personaje que me ha gustado ha sido Demeter, la supuesta jefa malvada de Katie, quien no dejaba de juzgar a cada acción que hacía. Su presencia en la novela deja una clara lección: una cosa es lo que creas saber de una persona solo con mirarla y otra, muy distinta, como es la realidad de ésta. No juzgues sin conocer, moléstate en conocerla antes de sacar tus propias conclusiones y actuar en su contra. Porque el karma, siempre, retorna.
“Así que ahora estoy avergonzada, muy avergonzada. Caro que lo estoy. Pero, ¿sabes una cosa? Me hago cargo de mi vergüenza. No la escondo ni hago ver nada que no es. Se pueden ser cosas peores en la vida”
Es una novela que recomendaría porque, a fin de cuentas, hace una crítica muy exacta de la sociedad de hoy en día. Las apariencias en las redes sociales, el idealizar a una persona sin conocerla, el desconocimiento de la vida de los demás, las traiciones entre amigas y, sobre todo, las mentiras a un ser querido.

Tiene los ingredientes para ser una lectura entretenida, a pesar de que —para mí— le ha faltado más desenlace. La autora se ha centrado mucho en las descripciones, en vez de trabajar la personalidad del personaje principal, de forma que entendamos porque actúa de esa manera.
“Empiezo a mirar fotos de cafés y vistas londineses, y de bebidas y caras sonrientes (la mayoría de desconocidos). Todo el asunto es como una de esas películas que te hacen sentir bien, así que ¿qué hay de malo en ello? Mucha gente usa filtros de Instagram, ¿no? Bueno, pues mi filtro es una especie de «así es como me gustaría que fueras las cosas»
Mi vida (no del todo) perfecta es una crítica social, donde la protagonista nos pondrá en la piel de una persona que pretende ser alguien que no es. Por lo que —para bien o para mal— tendrá que aprender a base de golpes y decepciones que las apariencias engañan más de lo que creemos.