10 de agosto de 2018

En mi casa no entra un gato (Pedro Zuazua Gil)

Título: En mi casa no entra un gato
Autor: Pedro Zuazua Gil
Número de páginas: 272
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Duomo
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2018

Pedro pertenecía hasta hace poco al grupo de la Resistencia Gatuna, formado por todas aquellas personas que sin pudor decían «en mi casa no entra un gato, y punto». Hasta que un día conoció a Mía, una gatita blanca y parda que se instala en su piso y no solo se adueña del espacio, sino que también conquista su corazón. Pedro no podía imaginar hasta qué punto Mía iba a cambiar su vida. Divertidas, desenfadadas y emotivas, estas memorias gatunas desvelan todos los entresijos del mundo de los gatos. Y mucho más. Porque, en realidad, ¿quién no ha sido primerizo alguna vez?


Muchas gracias a la editorial Duomo por el envío del ejemplar. A principios de año leí un libro a través de los ojos de un perro, por lo que tenía mucha curiosidad por conocer la historia de Mia, una gatita que tiene algo que contarnos.
“Y me di cuenta de que, de alguna manera, yo quería que la gente tuviera gato y que dejara de hablar mal de ellos, porque tenían muy mala prensa. La gente dice «Es que a mí los gatos no me gustan». ¿Y tú qué sabes, si nunca has tenido ninguno?”
En este libro encontraremos las vivencias de Pedro, quien pertenecía a la Resistencia Gatuna de «en mi casa no entra un gato». Pero, tras intenta auto convencerse de que no necesita un gato, termina compartiendo piso con su nueva inquilina Mia, una gatita de lo más adorable. Como padre primerizo, Pedro tendrá que lidiar con situaciones a las que no estaba acostumbrado cuando vivía solo.

El instinto protector de Pedro se activará en cuanto inicia un vínculo con Mia, y seremos participes de las peculiares escenas a las que se verá sometido para una perfecta convivencia entre humano y gato.
“Desde que Mia llegó a mi vida, lo primero que hago cuando salimos de viaje y llegamos a destino es instalar todos sus accesorios: arenero, comedero, bebedero, cojín y juguetes. Luego ya, si eso, deshago mi maleta. La jefa es la jefa”
Yo, como no-amante de los gatos, admito que me he divertido mucho con la lectura de este libro. Es muy fácil de leer, y no puedes evitar soltar alguna que otra carcajada cuando el protagonista no espera ciertos comportamientos de su gata.

Este libro es perfecto como guía para aquellos que quieran iniciarse en el mundo gatuno, porque vienen consejos muy útiles, como también información adicional sobre la vida de los gatos. Y, para los que son expertos felinos, será una lectura muy agradable para recordar las primeras experiencias con su amigo peludo.
A veces los dueños tienen una conexión especial con sus mascotas y puede intuir cosas que no se ven. Honestamente, en aquel momento no quería tener ningún tipo de intuición ni de conexión especial Lo que quería era ser un pesado que estaba empeñado n que su gata tenía algo que, en realidad, no tenía”
La pluma de Pedro es muy sencilla de seguir, te sumerges en los acontecimientos sin problema. El hecho de que sea periodista ayuda mucho a imaginarte el escenario, porque explica muchos detalles para que no te pierdas nada. Pero, como contra, mencionaré que a veces se hacía muy pesado que intentase ser tan periodista y no tan escritor.

Su influencia como periodista ha ayudado a que, este libro, no parezca el primero de su trayectoria. No he encontrado problemas en las descripciones, ni tan siquiera en los diálogos.

En ese título no encontraréis una gran trama, porque lo único que ocurre son las vivencias de Pedro y Mia. Aun así, será una agradable lectura para quien disfruta del amor hacia los animales e iremos viendo como Pedro, poco a poco, acepta el hecho de que termina adorando a los gatos.
“Observar a una camada de gatitos actuar con naturalidad es hipnótico y adictivo. Me hacen una gracia que no puedo con ellos, porque practican el mal con una elegante y una inocencia que facilita que se te escape la risa”
A pesar de que no soy amante de los gatos, sí lo soy de los perros, por lo que me sentía muy identificada con Pedro durante las primeras semanas con Mia. Estaba muy atento a ella, con miedo a que pudiese ocurrirle algo y tuviera que salir corriendo al veterinario. Como también empezó a hacer compras compulsivas para que la estancia de Mia en el piso fuese amena y ésta termino siendo la reina de la casa. O, cuando se iban de vacaciones, que debía preparar una segunda maleta para las necesidades de Mia.

Al final, con nuestros animales, terminamos siendo seres irracionales y queremos lo mejor para ellos por encima de todo. Mia, en pocas semanas, se había apoderado del piso y del corazón de Pedro. Al igual que Cody conmigo, también me ha robado el corazón y no puedo estar más contenta de tenerle en vida, por lo que la lectura de este libro ha sido como volver a recordar nuestros inicios.
“A veces –muchas– compartimos fotos de nuestros gatos., La escena es como la de las abuelas y madres que sacan fotos de sus nietos e hijos de la cartera, pero con móviles”
En mi casa no entra un gato es un libro instructivo sobre la vida gatuna, pero también encontraremos situaciones muy divertidas de Pedro y Mia. Es una lectura recomendada para los amantes de animales y, para los que no, también.