Autor: Jennifer L. Armentrout
Número de páginas: 256
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Titania
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2018
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Titania
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2018
Para Sydney, estar enamorada de Kyler no es nada nuevo. Han sido mejores amigos desde que él la empujó en el patio del colegio y ella le obligó a comerse un pastel de barro… Y fue poco después cuando empezó a sentir algo por él. Entonces, ¿cuál es el problema? Kyler es el chico más guapo de la facultad. Nunca sale con una chica más de un mes seguido, y ya que es su último año en la universidad, Syd no quiere arriesgar su amistad declarándole su amor. Kyler siempre ha sabido que Syd está totalmente fuera de su alcance. Ella es perfecta. Lo es todo para él. Sin embargo, siempre ha intentado ocultar sus sentimientos por ella. Después de todo, Kyler es el chico impulsivo que toma malas decisiones, y Sid siempre será la única chica que no puede tener. Pero cuando quedan atrapados en una estación de esquí por una tormenta de nieve, no hay nada que impida que sus sentimientos al rojo vivo salgan a la superficie. ¿Podrá su amistad sobrevivir a la atracción? O mejor aún, ¿Podrán sobrevivir ellos? Porque, mientras la nieve cae, alguien está acosándolos, y ese inocente viaje podría cambiar su vida en más de un sentido.
Gracias a la editorial Titania y ediciones Urano por el
envío del ejemplar, es un título que me llamó la atención nada más leer la
sinopsis. Me encantan las historias de amor que se inician a través de una
amistad, porque me siento muy identificada con ellas.
“Mientras estábamos
allí sentados en silencio, viendo como las llamadas proyectaban sombras
danzarinas en las paredes de madera, me di cuenta de otra cosa. Aunque sabía
que lo único que iba a haber entre nosotros era amistad, lo quería. Oh Dios…
Siempre iba a amar a Kyler Quinn. Estaba bien jodida”
La historia se centra en Sydney y Kyler, dos personas que se
conocen desde hace 15 años y que son mejores amigos desde entonces. A pesar de
saberlo todo el uno sobre el otro, hay un secreto que llevan guardando desde
hace años: ambos están enamorados pero, por miedo a estropear su amistad,
deciden mantenerlo en silencio.
Como cada año por Navidad, Kyler invita a varios compañeros
de la universidad a la casa de su madre para disfrutar de la temporada de
nieve. Y, como cada año, Sydney y Kyler van juntos en el mismo coche. Pero,
tras llegar a la casa, una tormenta de nieve impide al resto de los compañeros
presentarse y deben dar marcha atrás.
Por lo tanto, Sydney y Kyler estarán encerrados en una casa
donde será imposible que sus sentimientos no salgan a flor de piel…
“Cuando me estremecí dentro
de ella, lo entendí por fin. Vaya. Comprendí en ese momento algo que se me
había escapado durante todos aquellos años. El sexo tenía sentido –ya lo creo
que lo tenía- cuando se hacía con una persona que significaba algo. Tenía
sentido con Sydney”
La trama es lo que más me llamó la atención para pedir este
libro. Las historias de amor entre dos mejores amigos me resultan muy tiernas y
dulces, por lo que esta novela debería haberme obligado a recordar momentos
pasados de mi vida. Para mi desgracia, no ha sido así.
Durante sus 250 páginas, han mencionado en pocas ocasiones
recuerdos de los protagonistas. No he notado que fueran amigos desde pequeños,
sino dos personas que se conocían desde hace unos días. Considero que la
historia entre los dos hubiese sido mejor, en caso de haber dado más
importancia al pasado de ambos.
Otro punto que no me ha gustado de la novela es que ambos
halagaban (en secreto) constantemente el físico de la otra persona. Llamadme
anticuada, si queréis, pero en este tipo de historias debería haber más
sentimiento que atracción física y sexual, como ha sido el caso de Kyler y
Sydney.
“Todo era como
siempre, aunque ahora parecía más claro y mejor. Sí, ya sé que sonaba cursi,
pero era la verdad. De pronto, cada mirada, cada caricia y cada palabra
significaban algo más profundo”
Es la primera vez que leo a Jennifer L. Armentrout y, aunque
he encontrado varios fallos en la lectura, me ha gustado conocer a los
protagonistas. La pluma de Jennifer es muy sencilla, divertida y fresca. Me
terminé el libro en menos de 24 horas, por lo que realmente sus páginas
enganchan hasta el final. Además, me ha encantado que toda la historia esté
narrada por los dos personajes, con lo cual conoceremos todo lo que está
pensando en cada momento.
Las últimas páginas de la novela son las más significativas
en cuanto a la relación de los protagonistas y, he de admitir, que son las que
más he disfrutado. Me ha dado la sensación de estar leyendo a dos personajes
diferentes y, sin duda, si hubiesen tenido ese comportamiento durante toda la
historia, el resultado habría sido mejor.
Tengo ganas por leer la continuación de la serie Hielo, que
estará centrada en la mejor amiga de Sydney, Andrea. Y, según tengo entendido,
es mucho más emotiva que la primera entrega.
“A veces las palabras
no alcanzan, no consiguen transmitir bien los sentimientos. Y esa era una de
esas veces. Así que me acerqué a ella y la besé imprimiendo en ese beso todo lo
que sentía por ella, todas las promesas que le había hecho”
En cuanto a los personajes, Sydney es una chica insegura,
hogareña y alguien a quien no le gusta correr riesgos. Tras la fallida relación
con su primer y único novio, Sydney teme volver abrir su corazón por miedo al
rechazo y terminar dañada. Hasta que, sin esperarlo, termina enamorada de su
mejor amigo y decide guardar el secreto en lo más profundo de su ser. No quiere
arriesgar la amistad en una relación que no tendría un buen final.
Por otro lado, Kyler es un personaje que no me ha gustado en
absoluto. Es una persona muy segura de sí misma, que ha conquistado a casi
todos los corazones de la facultad. Es un chico muy popular y, desde luego, es
conocido por ser tan mujeriego. Diría que el defecto más significativo que le
he encontrado es que es demasiado protector y posesivo con Sydney. No estoy
hablando de machismo si no que, por miedo a que alguien pueda hacerle daño (y
un poco de celos), termina siendo un amigo bastante irritante.
Estamos ante dos personas muy diferentes, que seguramente sea
la clave de que hayan estado unidos durante tantos años. A pesar de que en la
novela no se ha dado hincapié en el tema, puedo imaginarme que ambos tienen una
amistad que han defendido con uñas y dientes y siempre han buscado el bienestar
del otro (a excepción de Kyler, en varias ocasiones).
“Sonreí y le acaricié
la espalda; me encantaba la forma que tenía de pegarse a mí, encajando su
cuerpo al mío como si estuviéramos hechos el uno para el otro. Qué diantre,
creo que era verdad, que estábamos hechos el uno para el otro y sólo había
tardado una maldita eternidad en darme cuenta”
Como el hielo es
una novela muy entretenida, donde dos amigos se enfrentarán a un sentimiento
que podría cambiarlo todo: el amor. Una lectura juvenil, cargada de emociones y
perfecta con una trama diferente en el
género New Adult.