3 de agosto de 2018

El día que se perdió la cordura (Javier Castillo)


Título: El día que se perdió la cordura
Autor: Javier Castillo
Número de páginas: 456
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Suma de Letras
Lengua: Castellano
Año de publicación: 2017

Centro de Boston, 24 de diciembre, un hombre camina desnudo con la cabeza decapitada de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en el misterioso pueblo de Salt Lake diecisiete años atrás.


Muchísimas gracias a la editorial Suma de Letras por el envío del ejemplar. Me han hablado muy bien de este libro, que necesitaba comprobarlo por mí misma. Y, la verdad, me alegro de haber hecho caso a las personas que me dijeron que lo leyese.

“Aún me atormentan los recuerdos de aquella noche. Todo sucedió muy deprisa, pero recuerdo ese sonido inquebrantable que me partió la ilusión, que me destrozó la vida, que me aspiro el alma”
Un día como otro cualquiera, un hombre desconocido aparece en medio de la calle totalmente desnudo y con una cabeza decapitada debajo del brazo. Camina despacio, tranquilo, hasta que es asaltado por varios policías que le llevan hasta el centro psiquiátrico.

Tras este suceso, el doctor Jenkins y la agente del FBI, Stella Hyden, se verán involucrados en una peliaguda historia donde no todo es lo que parece.
“En aquel momento no lo dudé ni un segundo. Tuve claro lo que tenía que hacer. Cambiaría el mundo, movería el cielo y esperaría una eternidad para recuperar su recuerdo, su sonrisa. Sobre todo para recuperar la cordura, para redimir mi culpabilidad y para entender el sentido de todos estos años”
Realmente estoy impresionada con las páginas de este libro. Hace muchísimo tiempo que un thriller no me apasionaba tanto, ni me enganchaba de tal manera. Un thriller psicológico que, sin duda, tiene su toque romántico para llamar toda mi atención.

El hecho de que los capítulos estén escritos en tres tiempos diferentes, me provocó confusión. Pero, en este tipo de géneros, es una buena sensación. Porque, en cuanto te deja con la intriga, aparecen otros sucesos que también quieres averiguar.

A pesar de ser un thriller romántico, me ha gustado ver como el autor le ha dado importancia al amor paternal. El amor hacia los hijos no tiene límites y en esta novela han dejado ver que serían capaces de hacer los padres por sus hijos, sin importar las consecuencias.
“Creo que nadie debería arrepentirse de sus decisiones. Debe aceptarlas, vivirlas, pedir perdón cuando proceda, pero nunca arrepentirse. La vida se compone de momentos fútiles, de insignificantes decisiones tomadas por tu yo particular en cada instante, de manera más o menos mediata, pero siempre es uno quien las tomas”
Este es el primer libro de Javier Castillo, a quien le doy mi más sincera enhorabuena por haber escrito un thriller tan adictivo. Yo me leí sus 450 páginas en apenas 4 libros, no conseguía dejar de leer.

Quizá, lo que menos me ha gustado de su pluma sean los diálogos. Para ser más exacta, los incisos de los diálogos, los cuales eran nulos. En mi opinión, me gusta conocer si los personajes están enfadados, gesticulan o sonríen. Creo que, en algunas escenas, en caso de haber existido esos incisos, habrían quedado secuencias muy logradas.
“Dedico los últimos momentos de mi camino hacia la mansión pensando en Amanda, en aquella mirada en la que se detuvo el tiempo, en aquella conversación sin importancia sobre vinos con su padre, y que supuso el inicio de esta historia, el inicio de mi camino, el de una vida que pudo ser y que acabó no siendo”
En cuanto a los personajes, he de decir que mi favorito ha sido el chico desconocido desnudo, el cual no revelaré su nombre. A medida que avanza la historia, le iremos conociendo con exactitud. Su pasado con sus padres, el amor que perdió y lo vacía que ha sido su vida desde que le arrancaron de sus brazos lo que más quería en la vida.

El doctor Jenkins es un hombre que quiere con locura a su única hija, a pesar de que el abandono de su mujer le esté atormentando día tras día. Pero, si algo tiene claro, es que la seguridad de su hija es lo más importante para él y estará dispuesto hacer cualquier cosa con tal de conseguirlo.

Stella Hyden, el agente de perfiles del FBI, me ha parecido una mujer muy fuerte y luchadora, con unas ganas terriblemente enormes de hacer justicia. Pero también conoceremos su parte dulce y cómo nace un pequeño enamoramiento que no esperaremos en ningún momento.

En general, los personajes que han aparecido en la novela me han parecido muy interesantes. Unos están más trabajados que otros, aunque también es normal teniendo en cuenta que hay una segunda parte y seguramente los conoceremos con más exactitud.
“Aunque no signifique directamente estar con ella, me gusta pensar que será un modo de unirme de una manera más esencial con Amanda. Será como si una parte de mí se reuniera con ella una vez más. Será, por algún instante, como si la volviera a tener entre mis brazos”.
Los sucesos que ocurrieron hacia el final de la novela me dejaron impactada. No dejaban de pasar acontecimientos en los que conseguías montar el puzle que se había formado desde el principio, como también te llevas alguna que otra sorpresa.

La última frase del epílogo me dejó con la mano en el corazón, por lo que necesitaba leer la segunda parte (pronto tendréis la reseña en el blog). Si en el segundo libro ocurre lo que escribieron en aquella nota, será una lectura muy dolorosa.
“Moriré aquí dentro y ellos seguirán con su espiral de destrucción: quebrantando sueños, destrozando vidas, aireando ilusiones, desgranando futuros, eliminando aspiraciones y, sobre todo, dilapidando amores”
El día que se perdió la cordura es un thriller que empezó con un argumento sencillo hasta que, el chico desconocido desnudo, romperá todos nuestros esquemas y estaremos ante una trama que te dejará sin habla.